A sus 68 años, el campanense participa de las principales carreras de Mountain Bike que se desarrollan en el país. Recientemente cumplió una destacada labor en la 27ª edición del Desafío del Río Pinto.

En su ronda de habituales encuentros con deportistas de la ciudad, el intendente Sebastián Abella recibió al ciclista Miguel Ángel Fossatti, a quien felicitó especialmente por su pasión y ejemplaridad deportiva.

Es que luego de jubilarse tras 41 años de trabajo como chófer de cargas peligrosas, el campanense se metió en el mundo del ciclismo. Y hoy, a sus 68 años, participa de las principales competencias de Mountain Bike que se desarrollan en el país.

Así ha sumado destacados podios y, recientemente, cumplió una sobresaliente labor en la 27ª edición del Desafío al Valle de Río Pinto, la carrera de Mountain Bike más grande del continente que se desarrolla en La Cumbre (Córdoba). Allí, Fossatti obtuvo el 8º puesto entre los 96 inscriptos que tuvo la categoría Master D2.

“Miguel es un ejemplo de las oportunidades y beneficios que brinda el deporte en todas las edades”, remarcó el intendente Abella.“Además, nos demuestra que con esfuerzo y compromiso se pueden alcanzar grandes objetivos, aún a los 68 años”, finalizó el jefe comunal tras el encuentro del que también participó el Director de Deportes, Matías Lugo

Tras canjear el voucher, la entidad de Otamendi avanzó con la obra de vestuarios y los trabajos en el buffet. Su cancha recibe semanalmente a más de 150 jugadores y jugadoras desde categorías infantiles hasta mayores, además de ser una habitual sede de los partidos de la Liga Campanense y la Liga de Veteranos.

El Club Atlético Leones Azules es uno de los 27 clubes barriales de la ciudad que obtuvo recientemente ayuda del Municipio. Fue en un acto encabezado por el intendente Sebastián Abella, cuando recibió elementos para la práctica de fútbol y también un voucher para canjear por materiales de construcción para mejoras de infraestructura.

Así, en la cancha que se ubica en Colectora Norte y Errecart, en el barrio Otamendi, la entidad avanzó en los trabajos que venía realizando en el vestuario para los árbitros, el vestuario para los visitantes y el buffet.

“Estamos trabajando muchísimo, con mucho esfuerzo, y la ayuda del Municipio nos vino de maravilla para poder seguir adelante”, recalca María Fernández, presidenta de la institución.

En Leones Azules, el objetivo es poder concretar las obras y mejoras necesarias para que la cancha sea habilitada a futuro por la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (A.Pre.Vi.De).

Una vez logrado eso podrá ser utilizada en el campeonato oficial de Primera A de la Liga Campanense y también para los partidos de torneos regionales.

Mientras tanto, la cancha recibe semanalmente a más de 150 jugadores y jugadoras, desde categorías infantiles hasta mayores, que integran los distintos equipos de la institución, además de ser una de las habituales sedes de los partidos que se disputan cada fin de semana en el marco de los torneos de la Liga Campanense y la Liga de Veteranos.

Después de asomar en las canchas de plaza Italia y la Nueva Costanera, las clases se desarrollan ahora en el Centro de Jubilados de la calle Pueyrredón. Los más chicos se inician en el deporte, mientras algunos adultos mayores se preparan para los Juegos Bonaerenses.

Cada Escuela Deportiva Municipal del programa de la Secretaría de Inclusión, Educación y Cultura tiene su historia y sus particularidades, más allá que en todas se trabaja con el mismo objetivo: el desarrollo, la recreación y la inclusión de las personas a través del deporte.

En ese marco, la Escuela Municipal de Tenis de Mesa asomó cuando la pandemia de coronavirus empezó a ceder, aprovechando la oportunidad que brindaban las canchas emplazadas al aire libre en espacios públicos como la plaza Italia y la Nueva Costanera.

Casi tres años después, actualmente funciona en el Centro de Jubilados de la calle Pueyrredón bajo la coordinación del profesor Andrés Basaldúa.

Las clases se dictan los lunes a partir de las 17.15 y para su desarrollo se aprovechan las dos mesas semi-profesionales y todos los elementos que brinda la Dirección Deportes. Entre los asistentes se destacan dos grupos: los más jóvenes y los adultos mayores.

“Brindamos una iniciación a la disciplina, con fines recreativos. Pero hay chicos que evolucionaron y se acercan ya a un nivel competitivo”, comenta Basaldúa.

“Y este año, por primera vez, también tendremos representantes en tenis de mesa en los Juegos Bonaerenses de Adultos Mayores”, remarca el profesor.